En esta oportunidad la entrevistada fue Elena Garabito, otra “empleada histórica” del Poder Judicial, quien hizo su ingreso en el año 1994 al área de Cafetería, donde actualmente se encuentra cumpliendo su función.

En una charla intimista, y con la emoción a flor de piel Elena contó como fue su experiencia a lo largo de estos 25 años en el área de servicios, no exenta de incertidumbres y alegrías.

“Antes de entrar a esta institución, yo venía de trabajar en comercio. Hasta que un día me llegó la notificación a mi casa para que me presente en el Poder Judicial a hablar con Daniel Vidal, todo gracias a que había dejado mi currículum ante el órgano judicial “.

“Apenas entré me tenía que encargar de todo, no sólo de servir el café sino también de limpiar el edificio, atender a los jueces que estaban en los juicios. Con el tiempo el servicio de limpieza se tercerizó, lo cual significó un gran alivio para mí”.

Luego de haber trabajado en los Tribunales del Poder Judicial, en aquel entonces emplazados en el Hotel Cap polonio, Elena fue trasladada al Superior Tribunal de Justicia.

Recordó que en la etapa inicial del Poder Judicial se vivían “hermosos momentos, conocíamos mucha gente. Al principio lo más difícil fue tomar confianza, después uno ya sabe lo que les gusta y lo que no”.

Hacia el final, Elena nos contó algunos de los desafíos que enfrentó cuando recién ingresó al Poder Judicial. Relató que aún recuerda cuando tenía que “entrar a la sala de acuerdos y acordarse de todos los pedidos que hacían los ministros, o pasar por una sala de juicio y sentir que con tu presencia interrumpís el clima presente de la sala”, ejemplificó.

“Estoy muy orgullosa del lugar en el que estoy y del trabajo que tengo, ya son 25 años que estoy en Poder Judicial, toda una vida para mí” concluyó la empleada judicial.